I) Introducción:
Vamos a plantear unas actividades enfocadas a que los
alumnos interioricen la ortografía y la semántica, que son
instrumentos necesarios para que puedan mejorar su competencia lingüística.
“El bloque del currículo que lleva por título Conocimiento
de la lengua, responde a la necesidad de adquirir un buen vocabulario y
unos conocimientos gramaticales básicos y ser capaz de
aplicarlos para lograr un correcto uso de la lengua castellana.”
Es importante que, a la hora de acercar a los alumnos a
estos aprendizajes, lo hagamos de una forma significativa, siempre en un
contexto de uso lingüístico.
La ortografía es
el conjunto de normas que rigen el código gráfico de la lengua y, en su
aprendizaje, el niño puede encontrarse con numerosas dificultades relacionadas
tanto con las grafías, como con la ortografía de la palabra o de la frase.
Frente a la metodología tradicional de memorización de reglas ortográficas y
sus excepciones, se sabe hoy día que la lectura y la escritura
reflexivas y analíticas son las verdaderas bases de una buena
formación ortográfica, junto con una serie de actividades que
lleven a los niños a fijarse en las grafías y palabras más complicadas.
Las bases fundamentales para el trabajo ortográfico
son la atención, la memoria visual y el uso funcional de la escritura,
por lo que las tareas deberán enfocarse en estos aspectos, además de la
motivación del alumno. Debe de haber también reflexión e
interiorización por su parte, de manera que haya una transferencia de
lo aprendido a las situaciones de la vida cotidiana, a los usos comunicativos,
para que se produzca un aprendizaje significativo.
Para ello, el maestro debe partir de los conocimientos
previos de los alumnos y trabajar en la construcción de un
adecuado autoconcepto del niño como estudiante, así como en un
clima de bienestar en el aula. Planteará actividades
funcionales, útiles para el alumno y apropiadas a
su nivel de desarrollo, de manera que presenten una adecuada proporción entre
el esfuerzo a realizar y el resultado obtenido, evitando las actividades
demasiado fáciles o difíciles, para que el alumno no pierda la
motivación. El profesor será un facilitador, que motive al
alumno y le guíe sobre cómo realizar la actividad
(determinando si se trabaja individualmente, en parejas o en grupo y, en este
caso, definiendo el tipo de grupos a formar), cuándo y por qué realizarla. Con
la realización de la actividad se implementará un proceso constructivo de
apropiación de la realidad y memorización activa (no mecánica) cuyo resultado
será la modificación y ampliación del conocimiento y de los esquemas
previos del estudiante.
Este planteamiento es igualmente aplicable para las
actividades de interiorización de la semántica.
“La semántica se refiere al estudio del significado y la interpretación de los signos lingüísticos. Atiende no solo al significado de las palabras (conocido como vocabulario) sino también al significado de frases hechas, expresiones habituales, figuras expresivas relativas al significado (metáforas, metonimias, etc.) y construcciones diversas en un contexto determinado.”
Tal y como hemos visto en los apuntes de la
asignatura, “la riqueza lingüística de cualquier hablante radica en
el caudal léxico que tiene y emplea a la hora de comunicarse”,
y “su aprendizaje ha de atender a todos los niveles de la lengua: fónico,
ortográfico, semántico y morfosintáctico.”
La labor del maestro de primaria es “afianzar los
conocimientos semánticos del alumno, fomentar la aparición de nuevas
palabras en la conversación cotidiana en el aula, ayudarle a aprehender
el significado de los términos nuevos que aparecen y hacer del uso
del diccionario un juego más, ameno y significativo.”
Es importante tener en cuenta que “siempre ha de
trabajarse con modelos comunicativos, contextualizando las palabras
dentro de sintagmas, frases o textos”
II) Desarrollo de la actividad:
Para esta tarea he escogido, de entre todas las actividades
que se presentan en el bloque de teoría de la asignatura, la actividad “la
palmada” para trabajar la ortografía y “el número-alfabeto” para
trabajar la semántica.
He elegido estas actividades para trabajar en 2º
curso de primaria, con alumnos de entre 6-7 años.
El currículo para este curso en el área de
lengua y, más concretamente, en el Bloque 4 “Conocimiento de la lengua”,
marca, entre otros, los siguientes objetivos que trabajaremos
con las actividades elegidas:
1. Conocimiento del abecedario e iniciación al orden alfabético
2. La sílaba. Clases de sílabas.
3.
Palabras polisémicas. Palabras
derivadas. Palabras compuestas. Familia léxica. Campo semántico.
Creo que el segundo objetivo se puede trabajar con la
actividad “la palmada”, ya que se centra en diferenciar unas sílabas de
otras en una misma palabra dando palmadas, es decir, mediante la motricidad, lo
cual permite reforzar la conciencia fonológica de los niños con el movimiento
de las manos, el ritmo y el sonido la distinción de cada golpe de voz al
pronunciar las palabras.
“La motricidad es sensomotricidad, ya que
en la ejecución de los movimientos participan todos los sentidos, según el
experto en aprendizaje sensomotor Krestownikow (1978).
Según Piaget, la inteligencia sensomotriz se desarrolla en
los primeros años de vida, y divide este estado en seis etapas:
1.- Movimientos reflejos: hacen posible diferenciar
objetos. Existen reflejos de agarre y succión.
2.- Acostumbramiento sencillo a la voz de la madre, a los
sonidos de objetos, a las fuentes de luz.
3.- Repeticiones activas: coordinación de los esquemas de
división y de agarre, a la edad de 3 y 6 meses.
4. Asociación del medio con el fin: asocian esquemas
simples, a la edad de 8 a 12 meses.
5.- Experimentación activa: el niño varía los esquemas
existentes y encuentra otros nuevos a la edad de 6 a 7 años.
6.- La invención: paso de la inteligencia sensomotriz a la imaginación a la edad de 8 a 12 años.”
Por otro lado, respecto a las actividades
intelectuales del niño, Piaget señala que a la edad de 2 a 7 años
(estadio preoperatorio) “el pensamiento del niño es rígido y se
halla aferrado a un sentido de la acción, se adapta más a la realidad, pero
no es capaz de establecer relación lógica.”
Así, en esta edad parece que estamos en buen momento
para que el niño utilice la motricidad para variar sus esquemas
existentes sobre las palabras, aprendiendo a descomponerlas en sílabas,
acompañándolo de acción, de movimiento, como sería el hecho de dar una
palmada con cada sílaba.
Por otra parte, los objetivos 1 y 3 (Conocimiento del
abecedario e iniciación al orden alfabético y Palabras
polisémicas, derivadas, compuestas, familia léxica y campo semántico) creo
que se pueden trabajar muy bien con la actividad de “el número-alfabeto”,
ya que esta actividad consiste en ir descifrando las letras de un mensaje (que
puede estar referido a palabras de la misma familia) codificado con los números
de orden de cada letra en el abecedario. Para descifrarlo, los niños deben
repasar el abecedario para encontrar cada letra e intercambiarla por su número.
En relación con el desarrollo del lenguaje, a estas edades
el niño “mejora la articulación de los fonemas y la construcción
gramatical; semánticamente alcanza un mayor predominio de adjetivos y adverbios
relacionados con la distancia, longitudes y cantidades, y la
comprensión de términos abstractos posibilita su acceso a la lógica (términos
de comparación, contrarios, etc.); y respecto a la lectoescritura supone el
aprendizaje fundamental de estos años”
Estos primeros pasos hacia la abstracción y la lógica
propios de esta edad, creo que pueden favorecer la adecuación de la actividad
del número-alfabeto a los alumnos de 2º de primaria, ya que con ella tienen que
descifrar un código que en principio no entienden, pero que, gracias a su
conocimiento del alfabeto, sí van a poder descodificar, encontrando así una
funcionalidad a su aprendizaje en una aplicación práctica lúdica y motivadora
en un contexto lingüístico.
A. Actividad para la interiorización de la ortografía: “La
palmada”
Preparación de la actividad:
Esta actividad tiene como objetivo que los alumnos aprendan
a separar y diferenciar las sílabas de las palabras y a identificar las sílabas
tónicas.
Para ello, pensaremos una lista de palabras que iremos
proyectando en la pizarra digital, y que iremos leyendo en voz alta, primero la
profesora y luego todos los alumnos a la vez. Por ejemplo, podemos
preparar la lista con nombres relacionados con el sistema solar:
SOL – LUNA – MERCURIO – VENUS – TIERRA – MARTE – JÚPITER –
SATURNO – URANO – NEPTUNO – PLUTÓN – VÍA – LÁCTEA – SATÉLITE – COMETA –
ESTRELLA – ASTEROIDE – ECLIPSE – GRAVEDAD – EXTRATERRESTRE –
PLATILLO – COHETE.
Creo que la mejor forma de realizar esta actividad es en
gran grupo, de forma que todos los niños vayan participando de uno en uno en
voz alta y por turnos, cada uno con una palabra, dando una palmada detrás de
cada sílaba de la palabra que le toque, como explico un poco más detalladamente
después. Les pediremos también que identifiquen la sílaba tónica y las sílabas
átonas de esa palabra.
Puesta en práctica:
1.- Evaluación inicial:
Empezaremos preguntando a los niños si pueden decirnos qué
utilizamos las personas para comunicarnos, introduciendo así el tema en el
lenguaje y la palabra.
Nos centraremos en las palabras y les preguntaremos si
saben de qué están compuestas las palabras. Podrán responder que de letras y
entonces les preguntaremos si las letras van sueltas o si van agrupadas.
Nos dirán que agrupadas, y les preguntaremos si saben cómo
se llaman los grupos de letras que forman las palabras. Así podremos ver qué
conocimiento tienen sobre las palabras y las sílabas. Y en función de sus
respuestas, iremos ajustando sus razonamientos hacia nuestro tema de interés.
Finalmente les diremos que vamos a hacer un juego para
poder distinguir las sílabas que forman las palabras con palmadas.
2.- Explicación de la actividad:
Diremos a los niños que hemos preparado unas palabras
relacionadas con el universo y el sistema solar, y que vamos a ir
proyectándolas, de una en una, en la pizarra digital.
La profesora leerá la palabra despacio, separando las
sílabas, y luego, la leerán igual todos los alumnos a la vez en voz alta.
A continuación, de uno en uno por orden, cada niño volverá
a leer la palabra que le toque en voz alta y, esta vez, dará una palmada detrás
de cada sílaba. Después, subrayaremos en rojo en la pizarra la sílaba que suena
más fuerte que las demás, que es la sílaba tónica.
3.-
Ejemplos:
Les pondremos dos ejemplos:
Proyectamos en la pizarra la palabra UNIVERSO.
La profesora lee “U-NI-VER-SO” y dice “ahora vosotros”, y
todos a la vez leen U-NI-VER-SO. Y la profesora les explicaría: “si ahora le
pido a alguien que separe las sílabas con palmadas, tendría que hacer U
(palmada) – NI (palmada) – VER (palmada) -SO (palmada).”
“Aquí, ¿en qué sílaba ponemos más énfasis al decir la
palabra?” Y diríamos “U-NI- VER – SO”, remarcando la sílaba VER. Explicaríamos
que VER es la sílaba tónica de UNIVERSO y U. NI y SO, las sílabas átonas.
Subrayaríamos VER en rojo en la pizarra.
Pondríamos otro ejemplo con la palabra PLANETA:
La profesora lee: “PLA-NE-TA. Ahora todos: PLA-NE-TA”. Y
ahora con palmadas: “PLA (palmada) – NE (palmada) - TA (palmada). Aquí la
sílaba tónica sería NE”, y la subrayaríamos en rojo la pizarra.
4.-
Ejecución de la tarea:
“Muy bien, venga, ahora vamos a hacer las palabras de la
lista.” Y comenzaríamos a proyectarlas, dejando que los niños ejecuten la
tarea. Cada uno una palabra y sale a la pizarra a subrayar la sílaba
tónica.
Evaluación
Si algún niño se equivoca, preguntaríamos a la clase:
“¿estáis de acuerdo? ¿cómo sería?” Así, mostraríamos la respuesta correcta. Este
será un buen momento para que los niños compartan con sus compañeros en voz
alta qué estrategias siguen para realizar correctamente la actividad.
Iremos observando cómo los niños ejecutan la tarea y
tomando nota de los fallos, si son generales o puntuales en algún/os niño/s y
si tienen que ver con la diferenciación de sílabas, con la identificación de la
sílaba tónica o con ambas cosas, para ver hasta qué punto hemos logrado los
objetivos marcados.
Una vez finalizada la lista de palabras, preguntaremos a
los niños si les ha resultado fácil o difícil, si les ha gustado realizar la
tarea y por qué.
Por último, les preguntaremos qué han aprendido con esta
actividad, para qué creen que les puede servir. Les recordaremos que ahora ya
pueden identificar las sílabas que componen las palabras y contarlas, saber
cuál es la sílaba tónica, y que con esto podrán saber más adelante dónde van
los acentos, entre otras cosas. Podremos preguntarles si quieren hacer la
actividad con alguna palabra en concreto que les genere curiosidad, animándolos
así a seguir participando.
B. Actividad para la interiorización de la semántica: “el
número-abecedario”
Preparación de la actividad:
Esta actividad tiene como objetivos reforzar el
conocimiento del abecedario, iniciar a los alumnos en el orden alfabético y
trabajar las palabras de la misma familia léxica.
Para ello, prepararemos varios mensajes codificados.
Los niños trabajarán por parejas, a cada pareja se le dará un mensaje que
tendrán que descifrar. Cada mensaje contendrá una palabra. Una vez hayan
descifrado la palabra, la escribirán en el mismo mensaje. Cuando toda la clase
tenga todas las palabras descifradas, comenzaremos a trabajar las familias
léxicas. Para ello, los niños irán saliendo en parejas y uno de ellos escribirá
en la pizarra su palabra, pero tendrán que ir agrupando en columnas las
palabras de la misma familia léxica. El otro niño de la pareja indicará en qué
columna ha de escribirse la palabra en cuestión.
Por ejemplo, si escribimos en un mensaje 17-1-14 (pan) y en
otro, 17-1-14-1-4-5-19-16 (panadero), la primera pareja de niños que salgan
escribirá pan y la siguiente pareja que salga escribirá debajo de pan,
panadero. En otra columna al lado irían palabras de otra familia semántica
distinta.
Podemos preparar palabras de 5 familias léxicas y unas 4-5
palabras de cada una en función del número de alumnos. En total tendríamos unos
20-25 mensajes cifrados con el número-alfabeto.
Las familias léxicas pueden ser:
Pan: pan, panadero, panadería, panecillo.
Juguete: juguete, jugar, juego, jugador.
Chocolate: chocolate, chocolatada, chocolatería,
chocolatina.
Color: color, colorear, colorido, colorete.
Niño: niños, niñera, niñez, niñería.
Diversión: diversión, divertido, divertimento, divertir.
Son términos familiares para los niños de 2º que suelen
utilizar habitualmente y cuyo significado conocen.
Al trabajar por parejas, podrán ayudarse uno a otro a seguir
el orden del alfabeto para averiguar la letra escondida. De todas maneras, si
vemos que es necesaria una ayuda extra, podemos proyectar en la pizarra digital
este alfabeto que muestra el número de orden de cada letra:
Puesta en práctica:
1.- Evaluación inicial:
Empezaremos preguntando a los niños si saben qué son las
familias de palabras o familias léxicas. Para facilitarles las respuestas,
podemos preguntar ¿qué familias de palabras conocéis? ¿qué creéis que puede ser
una familia de palabras?
En base a sus respuestas, iremos reconduciendo sus
conocimientos hacia la explicación de lo que son las familias de palabras, y
les daremos algunos ejemplos, animándolos a que ellos den también ejemplos en
voz alta, reforzando su participación. Escribiremos las palabras en la
pizarra.
Sobre estos ejemplos, les explicaremos que las palabras de
la misma familia suelen tener la misma raíz y normalmente lo que cambia es la
terminación. Así haremos que se fijen en las letras comunes que tienen, ya que
luego, cuando tengan que descifrar los mensajes, verán que algunas letras se
repiten al inicio de las palabras de la misma familia léxica.
A continuación, les diremos que vamos a hacer un juego con
mensajes secretos para descubrir palabras de la misma familia léxica.
2.- Explicación de la actividad:
Explicaremos a los alumnos que van a trabajar por parejas,
cada uno con su compañero de la derecha. Les diremos que les vamos a repartir
un papel con un mensaje secreto que tienen que descifrar. Está escrito con
números. Cada número es una letra. Para descifrarlo, tienen que escribir debajo
de cada número la letra que corresponde. ¿Cómo saben qué letra corresponde? Muy
fácil, porque el número es el que la letra tiene en el abecedario. Pueden
escribir el abecedario en su cuaderno, y debajo de cada letra poner el número.
Por ejemplo: la A es el 1, la B es el 2, la C es el 3, … y así hasta la Z que
es el 27. Cuando tengan todas las letras con sus números, miran su mensaje
secreto, buscan el número a descifrar en el abecedario y lo sustituyen por la
letra que corresponde.
Una vez tengan el mensaje descifrado, levantarán la mano
para indicar que han terminado y la profesora pasará a ver si está bien.
3.-
Ejemplos:
Les pondremos el siguiente ejemplo: si tengo el mensaje:
12-9-13-16-14
Busco en el abecedario y veo que son las letras: L-I-M-O-N
Escribo la palabra debajo de los números y levanto la mano.
Cuando todos hayamos descifrado el mensaje, saldréis a la
pizarra con vuestra pareja y por orden y escribiréis la palabra, pero haremos
una columna para cada familia léxica, es decir, si a mí me sale LIMON, escribo
limón en la pizarra, y luego a un compañero le sale LIMONADA, lo escribe debajo
de LIMÓN. Pero si a otro le sale PELOTA, no lo escribe debajo de limonada
porque es de otra familia léxica, lo pone en otra columna al lado.
4.-
Ejecución de la tarea:
Preguntaríamos si está claro o si hay dudas, repartiríamos
los mensajes y dejaríamos a los niños hacer su tarea de descodificación del
mensaje y posterior agrupación en familias léxicas en la pizarra.
Evaluación
Igual que con la actividad de la palmada, aquí, si algún
niño se equivoca, preguntaríamos a la clase: ¿estáis de acuerdo? ¿cómo sería? Así,
mostraríamos la respuesta correcta. Este será un buen momento para que los
niños compartan con sus compañeros en voz alta qué estrategias siguen para realizar
correctamente la actividad.
Iremos observando cómo los niños ejecutan la tarea y
tomando nota de los fallos, tanto los relacionados con el conocimiento del
alfabeto como con las familias léxicas, fijándonos en si alcanzamos con la
actividad los objetivos marcados o no.
Al finalizar la actividad, preguntaremos a los niños si les
ha resultado fácil o difícil, y si les ha gustado realizar la tarea y por qué.
Les preguntaremos qué han aprendido con esta actividad y
para qué creen que les puede servir. Les recordaremos que saber el abecedario
es muy útil porque con ello van a poder buscar palabras en el diccionario y
ordenar alfabéticamente. Además, ahora ya saben cómo identificar palabras de la
misma familia léxica, y fijarse en cuál su raíz y cómo se forman palabras
derivadas. Podremos preguntarles si quieren pensar ellos una palabra y a ver si
se les ocurren otras que pueden ser de la misma familia léxica, animándolos así
a aplicar lo aprendido de una manera práctica.
III) Conclusión
Las distintas actividades que hemos podido ver en los
apuntes de este tema de la asignatura me han ayudado a entender que hay otras
maneras, diferentes de las tradicionales y mucho más útiles y eficaces, de
trabajar con los alumnos para lograr una mayor interiorización de
las reglas ortográficas y gramaticales de la lengua española.
La memorización mecánica o la repetición, una vez más, se
han demostrado obsoletas y, en su lugar, se buscan actividades en las que la
memorización activa, la atención, la memoria visual, la motivación y el uso
funcional de la lengua, logren que el niño construya su propio conocimiento
en un contexto práctico de uso del lenguaje, partiendo de
sus necesidades, intereses y saberes previos como base imprescindible
sobre la que diseñar después las actividades en función de los
objetivos que se hayan establecido.
La labor del maestro debe
ser la de motivar al alumno, reforzar su autoconcepto y
procurar en el aula un clima de bienestar en el que se sienta
capaz de abordar las tareas. Además, el maestro será el diseñador de las
actividades, equilibrando bien su nivel de dificultad en
función de los alumnos en cada momento, definiendo cómo, cuándo y para qué
realizarlas, guiándoles y haciéndoles ver que los errores les
sirven para aprender. También ha de hacer reflexionar a los
alumnos sobre lo que han aprendido y para qué les servirá, de
manera que interioricen el trabajo realizado.
Para lograr la motivación de los alumnos, lo mejor es que
las actividades sean útiles para ellos.
Si trabajamos teniendo en cuenta todo lo anterior, lo
normal es que, con la práctica de estas actividades como complemento a
las lecturas y escrituras reflexivas y analíticas por parte de
los alumnos, estos logren el aprendizaje significativo que
perseguimos en materia de ortografía y semántica.
IV) Referencias
Labajo, I. (2021). Apuntes de Didáctica de
la Lengua Española. Tema 4. El sistema de la lengua: ortografía y
semántica. Recuperado el 24 de Abril de 2021
Orden ECD/686/2014, de 23 de abril. (1 de
Mayo de 2014). BOE.
UNIVERSIDAD CAMILO JOSÉ
CELA.
(s.f.). Recuperado el 25 de Abril de 2021, de DESARROLLO EVOLUTIVO:
https://www.campuseducacion.com/cursodemo/ludicasU01_A05.html
Perfecto.
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